jueves, 8 de octubre de 2015

¿Exploración espacial si?, ¿Exploración espacial no?

En la clase de hoy de ciencias de la Naturaleza, ha surgido un interesante debate, algunos estaban a favor de la inversión económica en la exploración espacial y otros en contra, os propongo la lectura del siguiente artículo y a continuación que expreséis vuestra opinión, recordad que todas los opiniones son válidas, tanto a favor como en contra.

Exploración espacial...¿Un gasto
 innecesario?

Actualmente en nuestro planeta hay muchos problemas que deberían ser solucionados: se producen multitud de injusticias, un gran número de países se encuentran inmersos en guerras, hay una crisis económica, millones de personas pasan hambre… Entonces, ¿por qué hay organizaciones que se gastan ingentes cantidades de dinero en investigar aquello que se encuentra fuera de nuestro planeta cuando en la Tierra aún tenemos que encargarnos de asuntos tan importantes como, por ejemplo, acabar con el hambre y la pobreza?
En el párrafo anterior se ha resumido un pensamiento que ha existido en la sociedad desde hace muchos años. Y la respuesta a la pregunta que se ha planteado es muy sencilla: porque el objetivo de estas organizaciones no es la labor humanitaria sino la investigación científica y el desarrollo tecnológico enfocados en la exploración espacial. Ni a la NASA ni a la Agencia Espacial Europea ni a sus homólogas de otros países podemos exigirles que realicen la tarea que corresponde a entidades como la ONU.
Mucha gente piensa que en la carrera espacial se despilfarra demasiado dinero que podría ser utilizado en mejorar las condiciones de los habitantes de la Tierra y que todo esta inversión no aporta ningún beneficio. Es cierto que en la investigación espacial se manejan presupuestos que parecen muy elevados pero como veremos más adelante estas cifras no son tan alarmantes como se suele pensar si las comparamos con otro tipo de actividades que  son bastante menos provechosas para la sociedad pero de las que no se suele escuchar tanta queja. Respecto al tema de los beneficios producidos por este tipo de investigación, se habla demasiado sin saber casi nada. Y es que hay una gran cantidad de tecnología que se usa en la vida cotidiana que tiene su origen en la carrera espacial. Los ejemplos más evidentes se encuentran en la rama de las comunicaciones: sin los satélites en órbita alrededor de nuestro planeta y sin la tecnología GPS no se podría tener el inmenso volumen de transmisiones que genera nuestra civilización. Siguiendo con los satélites artificiales, ahora que el tema de la producción energética está entre los que más preocupan a la población tenemos otro ejemplo muy claro: los paneles solares. Aunque la primera célula solar se construyó en 1883, el desarrollo y perfeccionamiento de la tecnología fotovoltaica se ha debido a la necesidad de encontrar una fuente de energía constante para los satélites lanzados al espacio.
Pero hay muchos más aportes de la carrera espacial cuyo origen ha pasado inadvertido para casi todos nosotros. Es el caso de muchos materiales como telas ignífugas, cristales irrompibles, lentillas que no se rayan o cascos ligeros y resistentes; también instrumentos como herramientas inalámbricas, filtros de agua, potabilizadoras portátiles o termómetros infrarrojos, y técnicas usadas en la medicina como la resonancia magnética o la tomografía axial computarizada (TAC). Además de dedicarse a la obtención y analisis de datos, las agencias espaciales suelen contar con un departamento de transferencia tecnológica, y a lo largo de toda la carrera espacial estos departamentos han producido miles de patentes. Así que queda bastante claro que invertir en esta actividad sí genera beneficios para la sociedad.
Ahora veamos cuál es el presupuesto que manejan las compañías que se dedican a la exploración espacial y que algunos piensan que sería mejor dedicarlo a otras labores. Si nos fijamos en la NASA, la mayor agencia espacial del mundo, su presupuesto para el año 2010 fue de unos 18 700 millones de dólares. ¿Es esta cantidad excesiva? Para contestar a esta cuestión tendremos que compararla con algún gasto conocido. Haciendo una búsqueda en la prensa nacional se puede encontrar que España contó con 15 400 millones de euros para gastos militares durante el año 2010. Si hacemos la conversión de euros a dólares, teniendo en cuenta que el cambio está en torno a 1 euro = 1.4 dólares, se obtiene un total de 21 560 millones de dólares, superior al presupuesto de la NASA en casi 3000 millones de dólares. Esta dotación situó a España en el puesto 17 en la clasificación mundial de gasto militar, con un 0.9% del total, lo que quiere decir que hay otros 16 países que han empleado mucho más dinero en fines militares durante el pasado año que lo que le fue asignado a la mayor agencia espacial del mundo. Por lo tanto, en vez de pedir que se reduzca la inversión en investigación espacial para en su lugar intentar paliar el hambre, podríamos pedir la disminución del gasto militar. 
Sin embargo, seguro que podemos encontrar otras actividades cuya asignación monetaria se podría reducir, o incluso podríamos llegar a prescindir por completo de ellas si nuestra única prioridad es acabar con el problema del hambre y la pobreza en nuestro planeta. Por ejemplo, podemos fijarnos en los deportes a niveles profesionales y de élite: sin salir de nuestro país encontramos que si sumamos los presupuestos de los equipos de fútbol Real Madrid C. F. y F. C. Barcelona se alcanzan casi los 900 millones de euros, lo que al cambio serían cerca de 1200 millones de dólares. El presupuesto de la NASA es sólo 15 veces mayor que la cifra mostrada anteriormente, y si buscamos los datos correspondientes a la Agencia Espacial Europea veremos que cuenta con una asignación anual que ronda los 4000 millones de euros: dos equipos de fútbol de un sólo país europeo ya gastan tanto como casi la cuarta parte del presupuesto de la ESA, y ¿cuántos equipos más con fondos elevados existen en el resto de Europa? Contando únicamente los equipos de la Primera División de España ya se llega hasta casi 1800 millones de euros, cerca de la mitad de lo que gasta la ESA. Si añadimos el resto de ligas de fútbol europeas, ¿hasta dónde aumentaría esa cifra?
En las líneas superiores sólo se ha hablado del caso del fútbol pero hay otros deportes que también tienen inversiones millonarias como son el baloncesto o las carreras de Fórmula 1: durante el año 2010 la escudería Ferrari dispuso de 300 millones de euros para lucha por el campeonato, McLaren contó con 250 millones, el recién formado equipo Mercedes tuvo 270 millones y Red Bull disfrutó de 230 millones, lo que entre los cuatro da una cifra superior a los 1000 millones de euros. Sin embargo, la Fórmula 1 no es un deporte que se pueda criticar por improductivo, ya que en él se consiguen ciertos avances tecnológicos que tarde o temprano llegan a utilizarse en el resto de automóviles. Si damos un salto hacia Estados Unidos podemos echar un vistazo al dinero disponible por algunos de los equipos de la NBA: el más rico es New York Knicks con 655 millones dólares, seguido de Los Angeles Lakers con 643 millones y Chicago Bulls con 511 millones. El equipo con menor presupuesto de esta competición es Milwaukee Bucks, que cuenta con 258 millones de dólares. Si sumamos el capital de los 30 equipos de la NBA se obtiene la cifra de 11 000 millones de dólares, que es algo más de la mitad del dinero disponible por la NASA. ¿A que ya no parecen tan exageradas las inversiones de esta organización?
Pero no sólo podemos hacer comparaciones con los deportes, sino que también es posible tener en cuenta otras formas de ocio como el cine o los videojuegos. ¿Cuánto dinero se gastan las compañías cinematográficas en realizar sus obras? Veamos cuánto han costado algunas de las últimas películas que se han estrenado en la gran pantalla: Capitán América supuso un gasto de 140 millones de dólares, El Origen del Planeta de los Simios costó 90 millones, la última de la saga Harry Potter 125 millones y Transformers requirió de 195 millones de dólares. Sólo son cuatro películas estrenadas en el periodo aproximado de un mes y han supuesto una inversión de 550 millones de dólares, y eso que no son las películas más caras de este año. Luego, también podemos comprobar lo que ha gastado el público en este entretenimiento: sumando la recaudación de las mismas cuatro películas se alcanzan por ahora los 2400 millones de dólares. Respecto al mundo de los videojuegos, esta industria facturó el año pasado sólo en España más de 1200 millones de euros ,y 11 000 millones de euros en toda Europa, casi tres veces más que el presupuesto de la Agencia Espacial Europea.
Sería posible seguir ofreciendo muchas más cifras, pero creo que ya se ha mostrado una larga lista que permite comprobar que el gasto en la exploración espacial no es tan elevado como se suele pensar, y que hay otras industrias que mueven cantidades similares de dinero, sin llegar a generar ni una mínima parte de los beneficios que produce la investigación.
Fuente: Tras la era de Plank

4 comentarios:

  1. A mí me parece bien que se gasten esa cantidad de dinero las organizaciones que investigan en el espacio,porque hoy en día se gastan muchos millones en varios deportes y otras cosas de las que no obtenemos tantos beneficios como de la Nasa.

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  2. hola soy Alfredo yo pienso que es un gasto innecesario por que es mas importante arreglar los problemas que tenemos en nuestro planeta por que lo que haya en el espacio es menos importante que lo que haya en nuestro planeta,lo que haya en Marte yo creo que a nosotros no nos va a influir en nada en cambio lo que hay en la tierra si nos influye

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  3. Hola somos Mario e Ivan nosotros pensamos que no hay que hacer exploraciones espaciales porque en nuestro planeta hay mucho problemas como sabéis con el tema de la crisis no hay tanto dinero para nuestro país y si no tenemos para nuestro país vamos a tener para el espacio.

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